Durante el procedimiento
Todos los pacientes que reciben anestesia están conectados a aparatos especiales que monitorean el ritmo cardiaco y otras funciones vitales del cuerpo. Los niños de reciben anestesia general, estarán inconscientes durante todo el procedimiento bajo los cuidados directos de un profesional de la anestesia.
Los sedantes se administran generalmente en los niños a través de un catéter IV periférico. Podrían sentir una pequeña presión o un pinchazo agudo cuando se inserta el catéter. Algunos niños pequeños, de menos de cuatro años, en ocasiones pueden ser sedados con medicamentos orales o con anestesia inhalada.
Luego del procedimiento
Los niños que reciben sedación mínima moderada deberían poder volver a sus casas luego un periodo corto después de finalizado el procedimiento. Aquellos a los que se les administra sedación profunda o anestesia general, podrían permanecer en la sala de recuperación por más tiempo, hasta que se encuentren completamente conscientes.
Los niños tienen respuestas variadas a los sedantes y a la anestesia. Algunos niños podrían volverse inquietos, inconsolable o intranquilos durante o luego de la sedación. Otros niños podrían seguir teniendo sueño y estar inestables sobre sus pies por el resto del día.
La mayoría de los pacientes pediátricos pueden reiniciar sus actividades normales dentro de las seis a ocho horas. Sin embargo, los niños deben ser monitoreados por un adulto responsable durante las 12 a 24 horas luego de haber sido sedados. Las actividades que requieren coordinación y balance, tales como nadar, trepar y andar en bicicleta, generalmente deben esperar unas 24 horas.
Todos los pacientes que reciben anestesia están conectados a aparatos especiales que monitorean el ritmo cardiaco y otras funciones vitales del cuerpo. Los niños de reciben anestesia general, estarán inconscientes durante todo el procedimiento bajo los cuidados directos de un profesional de la anestesia.
Los sedantes se administran generalmente en los niños a través de un catéter IV periférico. Podrían sentir una pequeña presión o un pinchazo agudo cuando se inserta el catéter. Algunos niños pequeños, de menos de cuatro años, en ocasiones pueden ser sedados con medicamentos orales o con anestesia inhalada.
Luego del procedimiento
Los niños que reciben sedación mínima moderada deberían poder volver a sus casas luego un periodo corto después de finalizado el procedimiento. Aquellos a los que se les administra sedación profunda o anestesia general, podrían permanecer en la sala de recuperación por más tiempo, hasta que se encuentren completamente conscientes.
Los niños tienen respuestas variadas a los sedantes y a la anestesia. Algunos niños podrían volverse inquietos, inconsolable o intranquilos durante o luego de la sedación. Otros niños podrían seguir teniendo sueño y estar inestables sobre sus pies por el resto del día.
La mayoría de los pacientes pediátricos pueden reiniciar sus actividades normales dentro de las seis a ocho horas. Sin embargo, los niños deben ser monitoreados por un adulto responsable durante las 12 a 24 horas luego de haber sido sedados. Las actividades que requieren coordinación y balance, tales como nadar, trepar y andar en bicicleta, generalmente deben esperar unas 24 horas.
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