Como en el caso de cualquier otro tratamiento o medicamento, los pacientes a los que se les administre anestesia dental pueden registrar determinados efectos secundarios. Se trata de situaciones escasas y excepcionales, sin embargo es mejor ser conscientes de que estos pueden aparecer de forma eventual.
Los hematomas y el dolor más o menos intenso en la zona tratada son uno de los efectos más frecuentes que relatan gran parte de los pacientes. Además, algunos pueden notar cambios en la sensibilidad de sus párpados. Otros han manifestado notar una aceleración del ritmo cardíaco que se corresponde con una arritmia. Por último, aunque es mucho menos frecuente, cabe la posibilidad de que la anestesia provoque algún tipo de reacción alérgica.
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